Cuando vi a María por primera vez, supe en mi corazón que ella sería de gran ayuda en mi proceso de reconectarme conmigo misma, y no me equivoqué.
El taller de Despertar de la Diosa me llevó a conocer a la diosa que tenía dormida. Supe con este taller que mi realidad la transformo cuando miro hacia adentro; allí están todas las respuestas.